Cómo recuperar la información de una memoria USB que pide formatear.
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A todo el mundo le ha pasado alguna vez que, después de usar una memoria USB en la que guarda información, lo vuelve a conectar y el PC pide formatearlo para poder usarlo. La solución (aunque no siempre) y por muy contradictorio que parezca, es borrar para poder recuperar. En este post, explicaré paso a paso cómo recuperar parte o la totalidad de la información cuando estamos en esta situación.
Actualmente, ya casi nadie debería usar una memoria USB si trabaja en varios equipos para llevar información de un lugar a otro. Trabajar en la nube y tener acceso desde cualquier sitio evita este tipo de problemas, pero muchas veces, por temas de seguridad, se opta por seguir usando los USBs. Si a esto le sumamos que casi nunca se hacen copias de seguridad, se puede generar una situación complicada en caso de que el USB que usamos quede en un estado que no permita su lectura o que simplemente lo perdamos físicamente.
Para el primer problema, tenemos algunas opciones para recuperar la información; para el segundo, no.
Hace unos meses me pidieron ayuda para recuperar la información de uno de estos USBs y, después de varias pruebas, conseguí recuperarla. Lo primero que intenté fue conectarme a la memoria, tratando de montar el USB de diferentes formas, pero sin suerte. Se ve que el estado en el que quedó dejó el inicio del sistema inutilizado. Hay muchas razones por las que el USB pudo quedar así, desde no desconectarlo de forma segura hasta un pico de tensión, pasando por la rotura física de algún componente. En la mayoría de los casos, el problema es irreversible, pero a veces, únicamente formateando, podemos recuperar el USB, aunque sin la información que teníamos, al menos de manera visible.
Después de intentar conectarme sin éxito al USB, llegué a la conclusión de que había que formatearlo para al menos poder acceder a él. Como escribí al inicio del post, "borrar para poder recuperar" es incongruente, pero cierto. Después de formatear el USB, ya podía acceder a él sin problemas, copiar archivos dentro, y montarlo y desmontarlo con normalidad. Había recuperado el USB, por lo tanto, físicamente estaba correcto; todos sus componentes funcionaban. El error era algo relacionado con el software: una mala desconexión o similar había dejado el estado incorrecto que no permitía acceder a los archivos, lo cual es una buena noticia. Cuando hay algún componente dañado, no es posible formatear, y por lo tanto estamos en un camino sin salida, perdiendo toda la información y el USB.
El siguiente paso es instalar algún programa que sea capaz de escanear el USB en busca de ficheros. En mi caso, siempre he utilizado Recuva para estas situaciones. Como en el resto de programas de este tipo, hay diferentes variantes de licencia con sus respectivas capacidades. En mi caso, la opción gratuita fue suficiente. Una vez instalado, lanzamos el programa e iniciamos el escaneo buscando archivos de texto, en nuestro caso (*.doc, *.docx, *.odt...). En unos pocos minutos, Recuva lista una gran cantidad de archivos y muestra la posibilidad de recuperarlos.
Ya solo nos queda lo más fácil: recuperar lo que necesitamos. En mi caso, ordené por fecha de modificación para listar de más nuevo a más viejo; de esta forma, pude localizar lo último e ir recuperando uno a uno, comprobándolos. En algunos casos, el archivo está en perfectas condiciones; en otros, LibreOffice no ayuda a arreglarlo, y en otros directamente no se puede abrir. Si nos ocurre esto último, debemos ir bajando en el listado hasta encontrar una versión más antigua del mismo fichero para que, aunque esté desactualizado, podamos recuperar "algo" de ese fichero perdido. Recuva tiene un indicador para ver el estado del fichero: rojo = dañado, verde = buen estado.
Poco a poco, se pueden ir recuperando los ficheros y comprobando su estado, guardándolos como buenos. Es un trabajo un poco tedioso, pero sería peor tener que reescribirlo todo desde cero.
Una vez recuperado lo que buscábamos, podemos hacer una copia de seguridad e incluso volver a guardarlo en el mismo USB que hemos recuperado. Misión cumplida: hemos recuperado la información y formateado el USB, devolviéndolo con la información dentro.
¿Cómo podemos evitar que nos vuelva a pasar? Si queremos seguir trabajando con USBs, hay que desconectar SIEMPRE de forma segura los USBs, tener copias de seguridad y cambiarlos cada cierto tiempo, ya que tienen una vida útil como cualquier otro dispositivo. La opción de tener los documentos en la nube es otra buena alternativa. En mi caso, los posts del blog los tengo en mi nube y puedo acceder a ellos desde cualquier sitio sin temor a perderlos.
Hay diferentes opciones para evitar que nos vuelva a pasar, pero en caso de que ocurra, siguiendo este post es posible que puedas recuperar la información. Y hasta aquí llega mi post sobre cómo recuperar la información de una memoria USB en mal estado. Espero que os haya resultado interesante. Si es así, compartidlo. Si tenéis alguna duda, dejadme un comentario y os responderé lo antes posible.